Gotea la luna menguante
se queda sin el mar,
su espejo.
Decolorada se pierde.
La niña gira la mirada
no la ve,
con el último fósforo
enciende una estrella.
Corre
tras la ciega luna,
le presta su luz
tras la ciega luna,
le presta su luz
desde la tierra,
ciega también.
Una cámara la atrapa,
la proyecta
Una cámara la atrapa,
la proyecta
Que bello y mágico poema... Como para ilustrar un cuento imfamtil.
ResponderEliminarBesos a tu almaniñs, Elsa.
gracias,SOCO
EliminarCARIÑOS
BELLISIMOOOOOOOO.
ResponderEliminarABRAZOS
Qué magia y terneza la inclusión de la niña, fraterna con la luna que en la personificación, se ciega, y le da luz. Qué magia de texto poético. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarAGRADEZCO TU VISIÓN SOBRE EL TEXTO.
EliminarCariños